Sobre mí

En mi caso, no viajo para ir a un lugar en particular, sino por ir. Viajo por el placer de viajar. La cuestión es movernos. (R. L. Stevenson)

Soy motero por condición y convicción.

Cualquier moto es válida para viajar, en simbiosis acaban jinete y montura devorando kilómetros sin que nadie les pueda torcer en el sentimiento de que con nadie mejor harían camino. Para mí, la quintaesencia del viajero nómada es la moto trail (sendero, pista, camino), evolucionada en los albores de los 80 desde las primigenias motos de campo hasta la polivalencia de su uso en toda situación, con la denominación de origen de los hoy casi míticos París Dakar. Es la moto de los que viajan o sueñan con poder hacerlo algún día. Retrocediendo más en el tiempo, nos encontramos con las scrambler (mezcla), primeras semillas de lo que luego nos vino; como todo en esta vida, viven una segunda juventud. Cuando la salud ya no acompañe, lamentaremos aquellas cosas que pudimos hacer y no hicimos; no es viajar, es ver la vida con ojos asombrados. Pues de todo eso va lo que ves…

Pablo Álvarez

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